martes, 19 de mayo de 2009

INFLUENZA Y ECONOMÍA

Si al Distrito Federal la da gripe a la economía mexicana influenza y de las peores. Como resultado de la centralización de este país, la sola posibilidad del surgimiento de una epidemia en la capital contrae toda la actividad productiva, y es que todo pasa por ahí. Entonces ¿Cuáles son las posibles consecuencias que tendrá que afrontar la economía ante la contingencia sanitaria establecida por el gobierno federal? Primero el costo político que, a favor de unos u otros, acarrea el hecho de que la emergencia se proclame en periodo electoral, y es que no es lo mismo el proselitismo de camiones llenos al de tapabocas y sin saludos o bien no se conoce aun el saldo que podrá dejar en la población la manera en que maneja la situación determinada administración pública.
Después sigue la caída en la producción. La actividad económica suele compararse tomando los datos de un mes contra los del mismo mes pero del año pasado. Las medidas precautorias que todos conocemos fueron implementadas de forma rigurosa en el DF. Imaginemos lo que semiparalizar la zona que aporta cerca del 30% del PIB nacional por sí sola generará en el indicador de actividad de abril 2009. El resultado es obvio y más si agregamos que los días laborales fueron menos porque la Semana Santa cayó en Abril este año y en Marzo el pasado, por lo tanto podemos esperar una contracción visiblemente grande del valor de la producción en este mes con respecto al del año pasado.
Es probable que los sectores exportador y turístico se vean afectado seriamente por la forma en que se manejó la contingencia. Si yo fuera un importador o turista potencial promedio ubicado en Asia, me sentiría bastante desincentivado a visitar o comprar los productos de un país en el que al parecer la situación es tan grave que debe salir a los medios el Jefe de Estado en cadena nacional dando un mensaje largo y poco tranquilizador; y menos aún si veo al mismísimo ministro de salud usar tapabocas en una sala de prensa con micrófonos protegidos mientras habla de la forma en que tienen que vestir, toser, saludar y hasta sentarse los ciudadanos de su país. Naturalmente se deja de exportar cualquier cosa, incluyendo servicios turísticos.
En conclusión, los efectos económicos surgidos a raíz de la posible epidemia de influenza tipo A(H1N1) serán muy marcados debido al lugar en el que se localizaron la mayor parte de los casos y se sumarán a las de por sí complicadas circunstancias de encontrarnos en un periodo de crisis financiera a nivel mundial. El efecto político implicado está hecho pero sus consecuencias son difíciles de predecir.
Tal vez este acontecimiento nos convenza de que no es bueno tener una sociedad tan concentrada geográficamente por los corolarios que implica una posible contingencia como la de una epidemia. Si se quieren paliar en algo los resultados nocivos en la economía, se habrá de iniciar una campaña inteligente de promoción, turística y comercial, de México ante el mundo y si se desea evitar situaciones similares se tendrá que descentralizar la vida económica y política del país; una tarea sin duda difícil puesto que no se ha podido realizar en toda la historia de esta nación.